- Raciones: 4 Persona(s)
- Tiempo de Preparación: 12
- Tiempo de Cocinado: 30
- CalorÃas: 280
- Dificultad:
Fácil
De todas las raÃces consumidas por el hombre, la zanahoria se alza por encima del resto como la más importante. En una época que pone su atención en la alimentación como eje fundamental de la salud, la zanahoria cobra un especial protagonismo, sin embargo, nunca gozo de demasiada popularidad, pese a los enormes beneficios demostrados que supone su consumo.
Su historia es casi tan antigua como el hombre, pues hay vestigios que apuntan a la posibilidad de que se encontrara entre la dieta de los primeros homÃnidos, antes de que comenzaremos a consumir carne de forma voraz. Oriente Media y Asia Central han cultivado zanahorias desde tiempos inmemorables, y los pueblos mediterráneos, donde la conocen desde hace 20 siglos.
Como todos los frutos y raÃces, la zanahoria ha experimentado grandes cambios como producto de las múltiples hibridaciones a las que se ha sometido. El hombre agricultor, rápidamente, se percató de que podÃa cruzar especies y potenciar sus virtudes, al mismo tiempo que mitigaba sus carencias. Por tanto, la selección genética existe prácticamente desde los albores de la agricultura.
Las variedades moradas y blancas eran las más corrientes hasta el siglo XVII, cuando los agrónomos holandeses, tras varios injertos, incubaron la zanahoria anaranjada. Tan llamativo color tiene que ver con la presencia de carotenos, especialmente de la provitamina A. De ahà el mito popular bien fundamentado que revela a la zanahoria como un alimento excepcional para la vista.
La crema de zanahoria es la manera ideal de descubrir el sutil encanto de esta raÃz, plagada de matices gustativos y con una calidad nutricional fuera de toda duda. Si hay un ámbito en el que la Thermomix se desenvuelve con increÃble soltura, es sin lugar a dudas en el de las cremas. Con ella conseguiremos una crema de zanahoria suave, aterciopelada y llena de nutrientes.
Ingredientes
Instrucciones
- Las cremas son una solución ideal para conformar un menú semanal dentro de lo que podrÃamos considerar una dieta saludable o, en el caso de que hayamos fijado un objetivo de pérdida de peso; hipocalórica. Lavaremos y cortaremos el puerro antes de introducirlo en el vaso. Es importante lavar el puerro, dado que este hunde parte de su tronco en suelos húmedos.
- Desecharemos la raÃz y hojas verdes, las cuales conservaremos para realizar, por ejemplo, un bouquet garni. Llevaremos a cabo un corte en ambos extremos dibujando una cruz, separando asà las capas como en pétalos, lo que nos permitirá ser más efectivos a la hora de lavarlo. Simplemente, lo colocaremos bajo un chorro continuo de agua frÃa, cerciorándonos de que no tiene tierra.
- Ahora sÃ, lo dispondremos en el vaso, y sumares el diente de ajo pelado y el aceite de oliva virgen extra suave, troceando el conjunto 4 segundos a velocidad 5. A continuación, lo sofreiremos 8 minutos, a 120º de temperatura o función Varoma y a velocidad cuchara. Seguidamente, incorporaremos las zanahorias, las patatas peladas y en cachelos y mezclaremos.
- Para ello programaremos 1 minuto a 120º o función Varoma y velocidad 1. La elección de las patatas queda a nuestro criterio, pero la más adecuada serÃa una patata harinosa, además de atenuar el sabor de la zanahoria aportará cierta textura y cuerpo a la crema. El gesto de chascarlas, o como suelen decir en el norte, cortarlas en cachelos, ayuda a que la fécula se desprenda.
- Verteremos el caldo de verduras y, si lo deseamos, una pizca de cúrcuma, que combina a la perfección con la zanahoria. Salpimentaremos y coceremos todos 25 minutos, a 100º y velocidad cuchara. Finalmente, trituraremos 2 minutos a velocidad progresiva, de 5 - 10, colocando un paño en la tapa para evitar asà salpicaduras. Serviremos templada en unos cuencos.
- Como sugerencia de presentación os proponemos dispersar en la superficie de la crema unos picatostes fritos, creando de este modo un contraste de texturas agradable. A menudo se emplea la nata lÃquida de cocina para suavizar las cremas, por contra, aumentaremos sustancialmente su aporte calórico. La cantidad indicada para estas proporciones serÃa de no más de 150 ml.
- Asimismo, combina magistralmente con frutos secos como las pipas, nueces de macadamia o, incluso, pistachos. Personalmente, me gusta rematar esta crema con un chorro de vinagre de frambuesa o mora, dándole un toque exótico y atractivo que anima a salir de la rutina. Del mismo modo, el alga nori, la albahaca, perifollo o cilantro, son acompañamientos bastante propicios.
- ¡Qué aproveche!
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